Brasilia, 19 dic (Prensa Latina) El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; y su familia es sacudida hoy por el escándalo de lavado que involucra al hijo primogénito Flavio y su nombre resuena en la mira de policías y fiscales.
Una investigación de julio de 2008, a solo cuatro meses de las elecciones generales, vincula a Fabricio Queiroz, policía y amigo personal del mandatario, con el diputado estadual Flavio Bolsonaro por el hecho de lavado de dinero.
De acuerdo con archivos del Ministerio de Hacienda, Queiroz recibió regularmente ingresos de los empleados del hijo del presidente, quien ocupaba un escaño en la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro.
La más reciente pesquisa policial incluyó 24 órdenes de inspección en propiedades de Queiroz y en los domicilios del exsuegro y la excuñada del gobernante Jair Bolsonaro.
El operativo transcurrió en la zona oeste de la urbe, en oficinas y domicilios de familiares de Queiroz, cuyo paradero es desconocido desde principio de año cuando fue citado a declarar por la justicia.
Otros allanamientos ocurrieron en la vivienda de la exesposa del presidente, Ana Cristina Siqueira, ubicada en la localidad de Resende, en el interior del estado de Rio de Janeiro, a unos mil 906 kilómetros al sudeste de la capital.
El juez estadual Flavio Nicolau autorizó la operación haciendo lugar a un pedido de la Fiscalía que, según trascendió, fue elaborado hace unos seis meses, pero detenido por orden del titular del Supremo Tribunal, Antonio Dias.
Desde la asunción de Bolsonaro el caso Queiroz está a la sombra, debido a que uno de los pagos sospechosos realizados por el exasesor del senador Flavio involucra un cheque emitido en nombre de la actual primera dama, Michelle Bolsonaro.